miércoles, 18 de mayo de 2011

Don Francisco

Una muchacha que conocimos aseguraba que había tenido sexo con Gustavo Cerati. Ella no era tan linda, pero era capaz de venderle verduras a un agricultor. Lo justo y necesario para que su historia fuese real. Por último, no tenemos porque andar dudando de lo que nos dicen y no nos importa más allá de la anécdota.
Ella era un clásico del romance instántaneo. Se enamoraba cada dos cuadras y cada tres horas. Siempre del imposible, como si la belleza no importara. Porque la chiquilla no era una muy guapa. Tampoco tan simpática con el paso de los días. Aunque no se puede negar que era graciosa y no hablaba más de lo necesario.Virtud que pocas mujeres tienen. Igual, para nosotros, lo único interesante que tenía era que se había metido con Cerati. Nos gustaba contar esa historia imposible, pero que defendíamos con vehemencia.

Ahora, todo cambió. La duda se apoderó de nosotros después de saber que la madre de Patricio Flores decía lo mismo de Don Francisco.
Las mujeres tienen harta imaginación. Suponen, interpretan. Todo bien lejos de la certeza. Y ese es el encanto, decía un resignado.