lunes, 22 de agosto de 2011

EL DÍA QUE MURIÓ MICHAEL

De cualquier cosa arma su historia, la acomoda y se inmola

Es un asesino de la verdad. Un llorón de su pasado

Síntoma de Salvador Allende, de superhéroe sin poderes

Sus defectos los busca en otros

En nombre de dios y del corazón

Vio morir a muchos

Se aplaude y se justifica en voces ajenas

Y se defiende como gato sin botas

Juega con la pena

Reinterpreta y se abraza

Tiene odio consigo mismo, pero lo lanza a los demás

Y eso podemos ser todos. Hay que estar atentos

No descuidarse. No invadir. Evitar la cultura militar

Cultura hecha para denostar y aniquilar

Cariño violento, miserable y chileno

Muy chileno

Súper chileno

No ama quien no se ama, soldado humilde

Mucho adjetivo, mucho verbo y pocos limones en el patio, soldado arrogante

Dejó de ser alcohólico para ser alcohol puro y disolverse con el viento