lunes, 17 de noviembre de 2008

PASAJE DE IDA CON VUELTA



Subí al bus apurado , antes que me abandonara. En los primeros asientos estaba Pedro Lemebel y en mis oídos sonaba un disco de Jorge González . El día estaba medio nublado , nubosidad parcial como dicen en esos pronósticos que dan después de las noticias en la televisón abierta.
El chofer tiene cara de enojado y yo no encuentro mi pasaje. Pienso en qué hacer si no lo encuentro. Imagino dándole una enorme explicación al auxiliar , ojalá de dos horas , y así cuando me dejen botado en la carretera esté más cerca de mi destino. Bueno , en eso pensaba al momento de encontrar el boleto de ida en mi bolsillo izquierdo. El mismo lugar donde lo busqué dos veces antes.
Me relajo y miro atento a Lemebel. Le sigo cada gesto mientras mira el paisaje en movimiento a través de su ventana. Es como una señora . Una señora con estilo. Por qué la gente no llegará a viejo como él me pregunto mientras cambio el disco de González por uno de Rosenvinge. Es muy bueno este disco , se llama Cerrado. Es como un pequeño libro y suena muy real. Más análogo que digital.
Llegamos al terminal y nunca me pidieron el pasaje. Y más lo que me preocupé! Parece que me quedé dormido escuchando el disco de Rosenvinge porque ya no está Lemebel arriba del bus y el chofer no tiene cara de molestia. Será que ahora debo buscar el pasaje de regreso?