No me importa eso de lo que hablas cuando lo dices de esa forma. Me da lo mismo que seas menor que yo y que hables con acento extranjero. Tampoco me importa que el sol no me deje ver cuando creía que estaría nublado. Menos me interesan las reglas gramaticales. Eso sí, me parece profundo y necesario leer entrevistas de escritores y boxeadores.
Los códigos interminables son redundantes en esta situación de ideas utilizadas. Pero sé que escribes mejor de lo que lees. Te dije clarito que la cosa no era na' así como decías, pero tú dale con llevarme la contra. Porfiada, a tu mamá saliste.
Tu hermana me preguntó por qué no te contestaba. Yo le dije que mi teléfono no tenía batería. No me creyó. Yo tampoco me creí. Pa' peor justo suene el teléfono traicionero. La miré y le dije: "parece que se arregló, con estas cosas nunca se sabe". Se mató de la risa y yo corté la llamada.
Me fui casi sin despedirme. Ya estaba medio aburrido con tanta pregunta. Me cargan los cuestionarios y la gente que cuenta su vida al primero que se le cruza. No me gusta porque no me importa y eso me da pena. "Tan frío que eres con las personas", me dijo ella con su acento rídiculo. Como que se enredó la historia, perdí el hilo. Pero no importa porque tú cachai de lo que estoy hablando. Esa es la onda po socia.
Ayer te quería contar que un tipo me mostró un texto que se suponía era gracioso, con chispa como le dicen los sub 50. Lo leí y lo encontré horrible, aburrido, como una mezcla de Álvaro Salas con Coco Legrand. Que fome es eso, pero al pueblo le gusta dicen los empresarios manipuladores. Es bien como las huevas el pueblo entonces. La urgencia del nuevo chileno por parecer gracioso es chistoso. Aquí con los muchachos nos reímos al menos. Yo tenía una amiga que le decían la "vasito de agua", porque no se le negaba a nadie. Eso sí que es fome y yo me río con esa rotería. Te juro que me causa gracia, más aún cuando veo a mi amiga. Ella no sabe que le decimos así. Nos da lata decirle y que se enoje y perdamos todas las ventajas que nos han alegrado por años.
Bueno, lo importante es que te quería decir que sí. Mañana a las 11 de la mañana, en el mismo café de la vez anterior. Prometo que llego y si no aparezco y no contesto las llamadas es porque de seguro se me acabó la batería.