viernes, 19 de noviembre de 2010

LAS DIFERENCIAS


Un trabajo de oficina es impersonal, la creación es una extensión de la persona. Si alguien te dice que armaste mal un computador vas y lo haces de nuevo, no hay problema. No es un ataque a tu persona. Pero si alguien va y dice que tu pintura es una mierda es un ataque personal, porque en ese trabajo hay una parte del ser humano, una proyección de su corazón. Por eso con la creación no se juega y no se discute en términos de resultados númericos en el territorio del libre mercado, menos en la opinión limitada del espectador con aspiración de crítico. Eso es intransable y al que se atreva a lanzar disparos a un sitio que no es capaz de ver no merece menos que una bomba nuclear de vuelta.

Está la arrogancia de Bertoni o Uribe y la del gerente de Copec. Los poetas tienen gente que los respetan, admiran y que no los conocen. Tienen poco dinero y siempre alguien que quiere estar cerca de ellos. El gerente tiene tantas propiedades como gente que lo odia. También tiene personas que lo busca mientras siga siendo gerente. El poeta nunca deja de ser poeta, ni siquiera cuando deja de escribir...

Eso a propósito del documental "Insurgentes" que transmitieron en VIAX, en el programa "Séptimo Sello".