domingo, 20 de diciembre de 2009

"LA PRÁCTICA NO HACE TAN MAL"

En la mañana regamos el jardín con errores ortográficos y una canción que un chileno cantaba con unos mexicanos. Después preparamos zapatallos italianos que sacamos del huerto. Utilizamos métodos poco convencionales, nos basamos en la teoría de que lo importante era que estuvieran cocidos. Nos preguntamos sobre la combinación de la maleza con limón y sal mientras esperábamos que los zapallos vivieran su proceso de transformación.
Más tarde vimos por quince minutos una película y escuchamos su música preferida. Sonidos de esos románticos latinos tan mal mirados por el nuevo chileno. Dejamos a la tele hablando sola. Nos gusta hacer eso.
Cuando empezó a tocar guitarra todo fue mejor. Ella cantaba y yo tirado en la cama mirando el techo. Coleccionamos llamadas perdidas y mensaje en el computador. Sólo teníamos tiempo si quien nos llamaba era una taza de té.

-¿Te acuerdas cuándo nos perdimos y manejamos cuatro horas en un viaje de dos?, me preguntó.
-Y yo me reía porque fuimos en tu auto y tú manejabas. Claro que la risa me duró hasta las dos horas y media, le respondí.

El atardecer es la mejor hora de un buen día, eso me dijiste antes de regresar.