Una vez vi y escuché canciones del disco "La voz de los '80" tocadas por la formación original de Los Prisioneros y no estuvieron cerca de la potencia de la presentación del 11 de enero en el Teatro Caupolicán.
La guitarra de Gonzalo Yáñez tuvo el poder de alguien que le interesa el sonido de su instrumento y la batería de Pedro Piedra llevó el pulso en medio de la supuesta precariedad rítmica de uno de los mejores discos chilenos.
Y González pareció ratificar que sigue siendo el rockero más joven de los últimos 30 años. Y pensar que está a punto de llegar a los 50.
Antes abrieron el concierto los Fother Muckers, quienes cantaron una canción junto a Javiera Mena. Hubo problemas de sonido que dejaron en evidencia el nerviosismo de la banda. Son los que tienen el disco con mejores temas del 2010, con letras por sobre el promedio y que no suenan como ese pop que le roba tanto al disco "Corazones", del mismo González. De todos modos, demostraron que aún les falta un buen camino por recorrer. Aunque quizás sólo fue la impresión de quienes se atreven a tocar antes de Jorge González.
Siempre ha sonado apestoso cuando esos fanáticos histéricos le dicen a González que es el "padre del rock chileno". Es rídiculo aquello, un poco vergonzoso. Por lo demás, el tipo ES EL ROCK CHILENO. Si es que esa tontera existe...
