En mi casa hay un perro pequeño , recién nacido . Es una vida que necesita de algunos cuidados para seguir viviendo.
Y a mí me tocó esa tarea. Me acaba de despertar , pero está bien. Me levanté , le calenté el agua que necesita para calefaccionarse y le preparé su leche. No importó que fueran las 5:40 am. Igual me enojé con él cuando sentí sus llantos. No le dije nada porque el idiota todavía no abre ni los ojos y va a entender español.
Desde los países hasta el miserable proletariado usa el insulto y el dinero como medio de venganza. Si un país no piensa ni hace lo que el gigante quiere ahí vienen los gringos y bloquean su economía. Y Venezuela y Cuba quedan postergadas por pensar y realizar acciones distintas a las que propone el imperio.
Lo mismo pasa en las casas. Lo que hacen los gringos con los países que se oponen a su tiranía lo hace el esposo con la dueña de casa. Si se enoja empieza con el juego de atrasar los dineros que corresponden , ojalá que vayan suplicándole a pedírselo y ahí tener un nuevo momento para regalar un par de insultos. Para que la tontera no sea gratis.
Algo han aprendido estos monos de las películas gringas.
Le pregunté a la veterinaria si el perro hablaría español con el tiempo y me aseguró que no. Menos mal.